9 Disfraces express para un Halloween de alfombra roja

1. Nosferatu
Los vampiros son un clásico de Halloween, pero vestirte como si fuera Nochevieja y ponerte unos colmillitos de plástico está demasiado visto. En Nosferatu, el vampiro (1922), nos encontramos con una de las primeras versiones de vampiro guapete: su aspecto monstruoso y mortecino, su forma de caminar, hablar y moverse, lo convierten en una criatura inquietante y nada carismática.
Para tu disfraz, necesitas un abrigo negro, una calva y dientes de plástico y maquillaje (mucho maquillaje). También puedes incluir unas orejas, pero quizás te sean más difíciles de encontrar. Recuerda que el disfraz es también la actitud, ¡no tengas miedo de meterte en tu papel!

2. Las Gemelas
Pasarán los años y estas niñas seguirán presentes en nuestras pesadillas. No es que hicieran mucho, pero ¿quién no ha girado una esquina después de ver la peli con toda la precaución posible por si estaban al otro lado del pasillo? El Resplandor (1980), es una película basada en la novela homónima de Stephen King, es uno de los clásicos del terror psicológico y estas pequeñas gemelas contribuyeron mucho a la tarea de hacerlo aún más escalofriante. Es un disfraz perfecto si sois dos los que buscáis, tanto para chicas como para chicos (lo cual lo hace todo mucho más divertido). Vestiditos azules, lazos rosas, florecita en el pelo y ¡voilá! Ya tenéis vuestro disfraz.

3. La Bruja del Oeste
No es que el Mago de Oz (1939) sea una película precisamente terrorífica, pero las brujas son otro clásico de esta noche y a veces pasa un poco como con los vampiros, que sólo vemos a los guapos. La Bruja del Oeste representa muchísimo mejor la imagen de las brujas de toda la vida: ese sanísimo color verde, el tierno carácter de aire maternal, su dulce y delicada voz…
Para este disfraz sólo necesitas un vestido negro, sombrero de bruja y muchísimo maquillaje verde. Si tienes suerte y un grupo de amigos obedientes, puedes darle un toque más realista (y absurdo) con un montón de monos voladores, ¿quién sabe? ¡Igual cuela!

4. Cruella de Vil
Pocos malos vistos en Disney tienen tan mala uva como Cruella de Vil, la villana de 101 Dálmatas (1961). Siempre ha sido de las peores: otros personajes malvados querían acabar con los protas y no nos importaba, pero querer hacerse un abrigo con esos perritos tan monos, es imperdonable. Aunque sea una historia de terror, Cruella es un personaje que hace temblar de miedo a todos a su paso. Disfrazarte de ella es muy sencillo si tienes ya algún abrigo o chal peludo, por lo demás, tan sólo tienes que elegir ropa elegante y sencilla (un vestido negro largo, por ejemplo). Lo más característico es el pelo, si no quieres gastarte el dinero en una peluca, un spray temporal para cabello quedará genial.

5. Sweeney Todd
La del barbero diabólico es una leyenda que ha dado lugar a especulaciones sobre su existencia y varias adaptaciones a la pequeña y gran pantalla a lo largo de los años. La que más ha calado y se ha convertido en imagen de referencia del famoso Sweeney Todd es la de Johnny Depp en el largometraje de Tim Burton (2007).
Chaleco negro, camisa blanca, pañuelo al cuello y un poco de spray blanco en el pelo alborotado. Si quieres que tu caracterización sea mejor y te sobra tiempo, con un poco de maquillaje, date un poco de palidez y enrojécete los ojos. Lo más complicado de este disfraz es saber elegir el momento de ser un barbero diabólico o un barbero cantarín.

6. El de la máscara
Hay veces que una máscara o saco en la cabeza dan más miedo que toda la sangre y apariciones juntas. Quizás sea por la incertidumbre de qué habrá bajo la máscara o porque simplemente siempre son máscaras que dan muy mal rollo. Durante años, las máscaras han cubierto el rostro de despiadados villanos en películas como Viernes 13 (198), Scream (1996) o Halloween (1978).
En algunas más recientes, como Los Extraños (2008), La Purga (2013) o El Orfanato (2007), tenemos ejemplos clarísimos de lo bien que funciona eso de taparse la cara para dar miedo. De la ropa casi no tienes ni que preocuparte, nadie se fijará mucho en ella cuando aparezcas con el saco de Tomás en la cabeza.

7. Elle Driver
Puede que Kill Bill (2003 y 2004) no sea una película especialmente terrorífica, aunque Tarantino suela incluir más vísceras y sangre en sus largometraje que cualquier película del género de horror. Elle Driver da miedo sólo con su actitud, y su aspecto ayuda a reforzar ese aura de malafollá que la acompaña a todas partes.
Disfrazarte de Elle te ofrece diferentes posibilidades: puedes rescatar un antiguo disfraz de enfermera o enfundarte en un elegante traje negro. Lo más importante es el pelazo rubio y el parche en el ojo derecho. Recuerda que meterte un poco en el papel de tu personaje ayudará a que resulte mucho más llamativo y además, ¡muy divertido!

8. Tate Langdon
Pasándonos a la pequeña pantalla, puede que American Horror Story (2011) sea una de las series de terror más exitosas del momento y que más ideas ofrece para esta fiesta tan señalada debido a su propia temática. Tate Langdon aparece en la primera temporada (Murder House) con un papel protagonista y, en cierto momento clave de la historia, aparece con las pintas que lo ves en la foto.
Lo bueno de este disfraz es que para la ropa puedes usar cualquier cosa que recuerde, sin tener que ser igual. Tan sólo asegúrate de llevar el mismo peinado y dedicar un rato al maquillaje, que es un poco laborioso pero podrás adaptarlo y simplificarlo un poco sin perder el efecto.

9. Eleven
Stranger Things (2016) ha pasado por nuestras vidas revolucionándolas por completo. No entraremos a desvelar detalles de la trama, aunque sí que podemos decirte que prima el misterio y la ciencia ficción, todo con un aire ochentero que te va a encantar.
Eleven es un personaje que te enamorará, tanto por el personaje en sí como por la interpretación de Millie Brown. Este disfraz que te proponemos será todo un exitazo allá donde vayas y es de los más fáciles: deportivas, calcetines altos, vestido rosa y chaqueta azul. No te estreses por el peinado: una coleta muy apretada puede dar el pego y no necesitarías raparte, aunque si te atreves… ¡tú decides!