10 disfraces para disfrutar de Halloween en pareja

“Esto es Halloween, esto es Halloween…”. Desde hace varias semanas (desde que acabó el verano, para ser exactos) no nos podemos quitar esta canción de la cabeza. ¿Te suena? Pertenece a la banda sonora de Pesadilla antes de Navidad. Si te pasa lo mismo que a nosotros, no tengas miedo, no estás volviéndote loco. Tienes uno de los síntomas de halloweenitis, que suena a enfermedad grave pero no son más que unas ganas locas de que llegue el 31 de octubre. Es acabar el verano y no poder dejar de pensar en la noche de brujas. Ya tenemos todo planeado: la decoración de la casa, el plan definitivo (una ruta del terror por Almería, claro) y hasta los disfraces. Para los más rezagados, os traemos ideas ideales. ¡Echa un vistazo!

El más clásico.
¿Quién no conoce a Danny Zuko y a Sandy Olsson? Aunque sea un clásico (algo, no nos vamos a engañar, manido), Grease nunca pasará de moda. Además, las piezas del disfraz son fáciles de encontrar por casa. Lo único que requiere algo más de dedicación son los peinados.

El más terrorífico.
Necesitas un sencillo traje negro, camisa negra y corbata y guantes blancos, para darle más dramatismo. Bueno, también necesitas un poco de maña con las manualidades. ¿Has visto el tamaño de ese ojo? Nada que no puedas lograr con pintura acrílica y una caja de cartón ligeramente grande.

El más sencillo.
El típico ejemplo de disfraz que te “haces” en una sola tarde. Porque eres así, llevas tiempo pensando en qué te pondrás y el mismo tiempo diciendo “bueno, ya lo iré viendo”. Te pilla el lobo y claro… Pero este disfraz es muy asequible. Podéis hacéroslo con ropa que seguramente tendréis por casa. Y, si no es así y la termináis comprando, seguro que os la pondréis en el futuro.

El más glamouroso.
Esto es Halloween y se trata de dar miedo, ¿no? Pero, eso sí, sin perder un ápice de glamour. Y de eso la Familia Addams sabe mucho, así que copiar los atuendos de Gómez y Morticia para la noche de brujas es una idea muy buena, sobre todo si vas a una fiesta cool.

El más temático.
Volvemos a nuestra cancioncilla de cabecera y, claro, no podía faltar el disfraz por excelencia. Jack Skellington y Sally son los reyes de Halloween y éste es un disfraz sólo apto para aquellos que quieran llamar la atención. Eso sí, vas a tener que gastarte algo más para conseguirlo, no es demasiado DIY.

El más seriéfilo.
No hay nadie sobre la faz de La Tierra que no conozca a estos dos y eso significa éxito asegurado. El disfraz tampoco es tan complicado de hacer, eso sí, vais a necesitar un buen par de pelucas (y unos abdominales, que nunca están de más). Abstenerse frioleros.

El más artístico.
A originales no os va a ganar nadie, eso seguro. Dudamos mucho que os encontréis con alguien más que se haya disfrazado de lo mismo. Además, mola mucho la explicación gráfica que tendréis que dar cuando os pregunten de qué vais vestidos (con que os deis un beso lo pillará todo el mundo).

El más apetitoso.
Que este disfraz mola no tenemos que decirlo, basta con ver la foto. Pero, además, servirá para hacer muchas bromas sobre pedir comida a domicilio en la fiesta a la que vayas después de la ruta. No es difícil de hacer si tienes en cuenta que el disfraz de pizzero es variable, al igual que el trozo de pizza, hazla a tu gusto con un trozo de cartón y pinturas.

El más cuqui.
Si no has reconocido inmediatamente a qué peli pertenecen estos disfraces, mejor retírate lentamente al rincón de pensar. Up es un clásico de Pixar y del cine en general. La idea nos parece genial, la realización, aún más. Y no haber perdido el espíritu infantil es pura fantasía.

El más… inclasificable.
Decidid vosotros en qué categoría incluís estos disfraces. ¿Son personas? Sus ropas y sus extremidades dicen que sí. ¿Son animales? Eso parece, a juzgar por las máscaras. Pero… ¿qué animal concretamente? No sabemos mucho más, sólo que el desconcierto que causan los disfraces son sólo comparables al pavor que daréis si os los ponéis.