5 cosas que tienes que hacer en Almería antes de morir

1. Sorpréndete con las vistas panorámicas del Arrecife de las Sirenas en Cabo de Gata.
Este precioso arrecife se puede observar desde el mirador de las sirenas, junto al faro de Cabo de Gata. Es un rincón mágico que cuenta con una de las vistas más emblemáticas y fotografiadas del Parque. Se trata de unas chimeneas volcánicas de caprichosas formas. Según la tradición, su nombre se debe a los antiguos marineros que confundían los gritos de la foca monje del Mediterráneo, antigua habitante de estas rocas, con el canto de las mitológicas sirenas.

2. Descubre la historia y los encantos de la Alcazaba. 
La Alcazaba de Almería es la mayor ciudad construida por los árabes en España y el monumento más representativo de la ciudad de Almería. Posee tres recintos amurallados diferenciados, dos de origen musulmán y un tercero de la época cristiana construido por los Reyes Católicos.

3. Degusta un típico plato almeriense: Las Migas. 
Se dice que los almerienses 'castizos' miran al 'Rincón de las Panochas' para saber si va a llover o no en Almería. Si esa zona, situada a la izquierda de la Rambla de la Avenida Federico García Lorca en sentido ascendente, aparece 'negra' prepara harina de sémola, agua, ajos, aceite de oliva, pimientos y sal porque hace un ‘día de migas’.

4. Diviértete con la familia en el parque temático Oasys MiniHollywood en Tabernas.
Tabernas es el único desierto de Europa y es aquí donde se encuentra el Parque Temático Oasys MiniHollywood, un auténtico escenario de películas westerns americanas que cuenta con espectáculos en vivo, una gran reserva zoológica, zona de piscinas y una gran variedad de restaurantes, actividades educativas y eventos y celebraciones.

5. Visita uno de los pueblos más bonitos de España: el pueblo blanco de Mojácar.
El pueblo blanco de Mojácar está situado sobre la cima de una montaña, al final de la Sierra de Cabrera. Es una localidad de pasado árabe y con casas típicamente andaluzas que ofrece unas vistas al mar Mediterráneo. Este pueblo cuenta con casas blancas encaladas, laberintos de callejuelas estrechas y empinadas, macetas repletas de flores de colores vivos y un entorno natural que desprende olor a tomillo y romero.